Otros tratamientos

Otros tratamientos no farmacológicos

Desfibrilador cardioversor implantable (DCI)

En algunos pacientes considerados de alto riesgo arrítmico, se propone la implantación de un desfibrilador automático o DCI. El ICD es un dispositivo relativamente pequeño, tecnológicamente avanzado, que se puede implantar debajo de la piel, y tiene la capacidad de reconocer arritmias potencialmente mortales y tratarlas, ya sea por estimulación cardíaca (estimulación antitaquicardia - ATP) o por choque eléctrico, con restauración del ritmo normal.

La implantación del dispositivo se realiza generalmente bajo anestesia local, bajo la piel, bajo la clavícula izquierda. El dispositivo principal está conectado a cables (catéteres) que se colocan a través de las venas dentro del corazón derecho, donde tienen la función de leer la actividad eléctrica del corazón, para estimular el corazón y posiblemente dar un choque eléctrico si es necesario. Por lo general, la estancia en el hospital es de una noche. El DCI debe ser revisado periódicamente para asegurarse de que funciona correctamente y de que es capaz de registrar cualquier arritmia (a veces el dispositivo puede ser controlado de forma remota). Normalmente, la batería del DCI debe cambiarse cada 5-6 años (dependiendo de la cantidad utilizada). También existen ICDs completamente subcutáneos, con el dispositivo generalmente colocado en el hemitórax izquierdo en la parte inferior y el catéter cerca del esternón sin entrar en el corazón; estos dispositivos no tienen la capacidad de estimular en el corazón, sino sólo de dar un choque en caso de arritmias severas.

El DCI puede estar asociado con ciertas complicaciones y el médico, al proponer el DCI, también tiene en cuenta el riesgo de tales complicaciones; por ejemplo, el dispositivo puede intervenir con un choque en casos en los que la frecuencia cardíaca es muy alta (aunque no se trate de una arritmia potencialmente mortal), o puede infectarse, o puede haber problemas con los catéteres. También hay algunas complicaciones relacionadas con el implante, por lo que se recomienda que pida explicaciones a su médico.

 

Marcapasos

Los marcapasos son dispositivos que son muy similares a los DCI, pero de menor tamaño, y se implantan de manera similar a los DCI. Tienen la capacidad de leer la actividad eléctrica del corazón y estimularla, pero no de intervenir en casos de arritmias graves.  Generalmente se recomiendan en caso de que la conducción del impulso cardíaco sea muy lenta. En algunos casos, se recomienda la implantación de un marcapasos en pacientes con obstrucción del tracto de salida del ventrículo izquierdo sintomáticos a pesar de la terapia farmacológica máxima, porque la estimulación del corazón lo des-sincroniza (reduciendo la obstrucción de salida) y porque al tener un marcapasos se pueden dar mayores dosis de betabloqueantes y antagonistas del calcio sin riesgo de reducir demasiado la frecuencia cardíaca. La efectividad del marcapasos para mejorar los síntomas en pacientes con obstrucción es inferior a otros procedimientos, como la cirugía (miectomía), pero puede considerarse cuando no se recomiendan otros procedimientos invasivos.

 

Ablación del tabique alcohólico

La ablación del tabique alcohólico es un procedimiento invasivo que se puede utilizar en algunos pacientes con obstrucción del tracto de salida del ventrículo izquierdo sintomáticos a pesar de la terapia farmacológica máxima. Se realiza bajo anestesia local; con catéteres insertados desde una arteria periférica (desde la ingle o el brazo) se llega al interior de las arterias coronarias, las arterias que llevan la sangre al corazón, y se inyecta alcohol (generalmente 1-2 ml) en una pequeña arteria que transporta la sangre en la parte engrosada del corazón (el tabique); esto provoca un ataque cardíaco en esa zona, que con el tiempo se encoge, favoreciendo así el paso de la sangre al tracto de salida del ventrículo izquierdo. El método se introdujo más recientemente que la cirugía, no requiere anestesia general, pero está estrechamente relacionado con la anatomía de las arterias coronarias (que es variable) para el éxito. También se asocia con una mayor incidencia de implantación de marcapasos. En las pautas actuales, la cirugía (miectomía) sigue siendo el procedimiento invasivo recomendado en primera instancia ("patrón oro"), mientras que la ablación alcohólica del tabique alcohólico puede considerarse si la cirugía está contraindicada o de acuerdo con las preferencias del paciente.

 

Trasplante cardíaco

El trasplante cardíaco es una operación quirúrgica que reemplaza un corazón muy enfermo por un corazón sano de un donante que murió. La intervención se lleva a cabo sólo en unos pocos centros especializados (incluyendo el Hospital Papa Giovanni XXIII de Bérgamo). Se propone a los pacientes que creen que otras terapias ya no son suficientes para tratar la enfermedad. En la cardiomiopatía hipertrófica, el trasplante cardíaco está indicado sólo en ciertas formas de disfunción cardíaca grave. Es el caso de algunos pacientes con insuficiencia cardíaca refractaria, en los que la función contráctil del corazón se reduce progresivamente de forma severa (cardiomiopatía hipertrófica con evolución hipocinética dilatada), o cuando el corazón es extremadamente rígido (cardiomiopatía hipertrófica restrictiva) como para provocar una acumulación de líquido en el cuerpo, y en particular en los pulmones, a pesar de un tratamiento importante con diuréticos.

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